Enseñar chino a niños: Retos y métodos

El «boom del chino» se ha extendido por todo el mundo, y cada vez más extranjeros están comenzando a aprender chino. Según datos publicados en diciembre de 2020 por el Departamento de Cooperación e Intercambio Internacional del Ministerio de Educación, aproximadamente 25 millones de personas fuera de China están aprendiendo chino, y el número de estudiantes en institutos Confucio en varios países sigue aumentando. Más de una cuarta parte de los países y regiones del mundo han incorporado la enseñanza del chino en sus sistemas educativos nacionales. Algunos países, como Estados Unidos, Rusia e Irlanda, incluso han incluido el chino como materia de examen para el acceso a la universidad. Esto demuestra la popularidad internacional del chino, cuyo valor es cada vez más reconocido por instituciones educativas y estudiantes de todo el mundo. Enseñar chino a niños extranjeros es una tarea muy desafiante, pero también muy significativa.

El chino es un idioma rico y fascinante, que ofrece una experiencia de aprendizaje única. Sin embargo, los niños extranjeros pueden encontrar ciertos desafíos mientras aprenden chino:

Falta de motivación y entusiasmo por aprender chino, a menudo obligados por sus padres

Aunque aprender chino puede ampliar horizontes, mejorar habilidades lingüísticas, desarrollar el pensamiento lógico y ofrecer más oportunidades en el futuro, muchos niños inicialmente no tienen interés en el chino ni en la cultura china. A menudo, son obligados por sus padres a aprender chino. Si en esta situación se encuentran con un enfoque de enseñanza que enfatiza la memorización mecánica, el aprendizaje pasivo y una gran cantidad de tareas, esto puede disminuir su interés y entusiasmo, lo que dificulta mantener el aprendizaje a largo plazo.

Falta de tiempo para estudiar chino

Muchos niños ven el chino, como segunda o tercera lengua, con menos seriedad y no dedican tiempo adicional fuera de las clases semanales para repasar y consolidar lo aprendido. La falta de práctica y de refuerzo de lo aprendido conduce a malos resultados de aprendizaje y a una baja eficiencia.

Rendirse ante las dificultades o la pérdida de interés

El chino es una lengua muy diferente del inglés en cuanto a la pronunciación, el tono, los caracteres, las frases, los modismos y la gramática, lo que hace que aprender chino sea difícil. Muchos niños se sienten frustrados al enfrentar obstáculos, como no poder pronunciar correctamente los tonos, no recordar los caracteres chinos o encontrar difícil la escritura, y optan por evitar o incluso abandonar el aprendizaje.

Falta de un entorno en el que se hable chino, lo que dificulta el aprendizaje y la práctica de una pronunciación estándar y expresiones auténticas

La falta de un entorno chino en la vida diaria hace que sea difícil para los niños aprender chino de manera inmersiva y aplicar lo que han aprendido en un contexto real.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

💬 ¿Necesitas ayuda?
Escanea el código